La forma en que los oficiales alemanes planearon asesinar a Hitler fue:
Durante una reunión con Hitler en el cuartel general llamado Wolfsschanze (La Guarida del Lobo), Claus von Stauffenberg coloca una bomba plantada debajo del escritorio; pero sin darse cuenta uno de los acompañantes de Stauffenberg la patea, alejándola del Führer, salvándole la vida sin querer. Cuando Hitler se entero de esto ordeno a la policía secreta del partido Nazi capturar y matar a los organizadores de este atentado en su contra.
Hitler después de este atentado.
Este atentado le dejó secuelas progresivas que lentamente fueron afectando su raciocinio, desenvolvimiento y dominio de la situación. También experimentó un deterioro de la salud. Su mano izquierda le temblaba por lo que se cree que pudo haber sufrido la enfermedad de Parkinson.
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